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Cambio Climático
Una Crisis Inminente
La realidad del cambio climático ya no es objeto de debate. La evidencia científica muestra que las actividades humanas, incluida la quema de combustibles fósiles, la deforestación y los procesos industriales, han provocado un rápido aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero. Estos gases, como el dióxido de carbono, atrapan el calor en la atmósfera terrestre, lo que provoca un aumento de las temperaturas globales. Las consecuencias son de gran alcance e incluyen olas de calor más frecuentes y graves, derretimiento de los casquetes polares, aumento del nivel del mar y patrones climáticos erráticos.
Net Zero
El único camino para continuar la actividad humana.
Los gases de efecto invernadero permanecen en la atmósfera, ya que 1/5 de las emisiones de CO2 de hoy permanecen durante 10,000 años. Aunque las emisiones persistan, tenemos métodos para capturar el carbono que liberan. Sin embargo, es importante comprender que reducir las emisiones a la mitad no detendría completamente el calentamiento; es una desaceleración, retrasando pero no deteniendo una crisis climática. La necesidad de abordar las emisiones previas se vuelve evidente, y el metano, el ingrediente clave en las estufas, amplifica el calentamiento 120 veces más que el CO2 a pesar de su vida más corta.
Dentro de la coreografía del clima, incluso pequeños cambios de temperatura tienen un peso inmenso. En la era del hielo, cuando las temperaturas descendieron apenas 6 grados por debajo de las normas actuales. Algunas regiones ya enfrentan aumentos que superan los 2 grados, reflejando los patrones cambiantes.
Hoy en día, el camino a seguir se alinea con la responsabilidad. Con las temperaturas aumentadas en al menos 1 grado Celsius desde la era industrial, la acción encierra esperanza. La reducción de emisiones puede limitar el calentamiento a 1.5 a 3 grados Celsius para mediados de siglo, evitando un potencial aumento de 4 a 8 grados para el cierre del siglo. Alcanzar la energía cero es más que una elección, encarna nuestro compromiso con un futuro sostenible.
El Estado Actual del Progreso
A pesar del creciente conocimiento, la comunidad global todavía lucha por lograr un progreso sustancial en la mitigación del cambio climático. Acuerdos internacionales como el Acuerdo de París han establecido objetivos para limitar el aumento de la temperatura global, pero alcanzar estos objetivos requiere acciones rápidas y transformadoras por parte de gobiernos, industrias e individuos por igual. La transición a fuentes de energía renovable, el aumento de la eficiencia energética y la adopción de prácticas sostenibles siguen siendo pasos esenciales para lograr estos objetivos.
La Norma Climática en Mexico Va Para Atrás
Las políticas climáticas de México están retrocediendo, favoreciendo el uso de combustibles fósiles mientras desmantelan políticas e instituciones relacionadas con el clima. La actualización del NDC de 2022, presentada en noviembre de 2022, resulta en niveles de emisión más altos en comparación con los objetivos anteriores, violando tanto los compromisos del Acuerdo de París como de la Ley Mexicana. El NDC actualizado carece de transparencia y oculta su falta de ambición al alterar la contabilidad de bosques. Como resultado, los objetivos y acciones climáticas de México son calificados como 'Críticamente insuficientes' por el CAT, empeorando desde 'Altamente insuficientes'.
A pesar de un objetivo de reducción de porcentaje más alto, las emisiones aumentan debido a una línea de base de 'negocio como de costumbre' revisada al alza. El NDC de 2022 depende más de los sumideros de emisiones de los bosques. Esto significa que cumplir con el nuevo objetivo podría implicar emisiones más altas excluyendo las ciencias forestales en comparación con el antiguo objetivo.
El NDC de 2022 reemplaza la actualización inválida de 2020 después de un fallo judicial. Carece de especificidad sobre compensacion de emisiones de carbono por medio de los bosques. México sigue un enfoque de 'bruto-neto', utilizando sumideros mientras ignora las fuentes. El NDC de 2022 elimina el objetivo de pico de emisiones en 2026 y carece de objetivos de emisiones netas cero o a largo plazo.
Bajo el mandato del presidente López Obrador, las políticas climáticas de México priorizan los combustibles fósiles, desmantelando instituciones y favoreciendo los subsidios. A pesar de una breve disminución durante la pandemia de COVID-19, las emisiones aumentan y se proyecta que continúen hasta 2030. Las políticas del país necesitan revertirse para alinearse con la meta de 1.5°C del Acuerdo de París.
La inversión de México en refinerías de petróleo contradice los compromisos climáticos. El gobierno subsidia los combustibles fósiles debido a crisis energéticas e inflación, desviando asignaciones presupuestarias. El desmantelamiento de la gobernanza climática señala que el clima no es una prioridad. La reforma energética propuesta a beneficio de los combustibles fósiles, fue detenida por protestas públicas. Esto demuestra la preocupación pública por el cambio climático y el futuro.
Las normas gubernamentales pueden quedarse cortas, pero estamos aquí para ayudarte a construir un futuro sostenible mientras respetamos nuestro hogar compartido.
Formas alternas de ayudar:
Consecuencias de no hacer nada
No lograr alcanzar Net Zero Carbon por año tendría consecuencias graves. El aumento de las temperaturas agravaría los desastres naturales, lo que resultaría en huracanes, sequías e incendios forestales más intensos. Las regiones costeras enfrentarían un mayor riesgo debido al aumento del nivel del mar, lo que desplazaría a las comunidades y causaría turbulencias económicas. La pérdida de biodiversidad perturbaría los ecosistemas, afectando las cadenas alimenticias y la agricultura. La inacción podría desencadenar puntos críticos irreversibles, llevando al planeta hacia un estado insostenible e inhóspito.
Beneficios de Invertir en Edificios Sostenibles
Investing in sustainable buildings stands as a significant and impactful solution to combat climate change.
Long-term Cost Savings:
Energy-efficient office buildings are a smart investment choice, as they are approximately one-third more energy efficient than average structures. This superior efficiency translates into significant financial benefits, with energy-efficient buildings boasting annual energy bills that are approximately 35 percent lower than the average. These cost savings are complemented by potential government incentives, increased property values, and enhanced brand reputation, making sustainable building investments not only eco-friendly but financially rewarding in the long run.
Reduced Carbon Footprint:
Sustainable buildings are designed to minimize energy consumption and greenhouse gas emissions, contributing directly to lowering our carbon footprint.
Positive Public Image:
Embracing sustainability demonstrates corporate social responsibility, elevating your brand’s reputation and fostering goodwill within the community.
Improved Quality of Life:
Sustainable designs prioritize occupant health and well-being through better air quality, natural light, and comfortable living spaces.
Resilience and Future-Proofing:
Sustainable buildings are better equipped to withstand extreme weather events, ensuring occupant safety and community resilience.
Environmental Leadership:
Investing in sustainable buildings showcases a commitment to environmental stewardship, encouraging others to follow suit and driving positive change in the industry.
Enhanced Property Value:
Sustainable buildings often command higher resale and rental values due to their energy efficiency and forward-thinking design, making them an attractive investment choice.